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Si te haces estas preguntas - Felicidades ! Tienes un tesoro- una Catalizador que te puede impulsar al siguiente nivel de consciencia.


Qué sentido tiene mi existencia?¿para qué? ¿hacia dónde?”

Cuando no se encuentra respuesta a esa pregunta, se desencadena una “crisis existencial” que nos empuja hacia la siguiente etapa, hacia encontrar un sentido superior. esa crisis impulsará al ser humano a llegar a UN SIGUIENTE NIVEL DE CONSCIENCIA.


Nuestra vida se compone de objetivos y de las dificultades para alcanzarlos. Estos objetivos pueden ser conscientes o no, libremente elegidos o aprendidos. La clave de una vida satisfactoria, plena de bienestar y de alto rendimiento, es que esos objetivos estén en coherencia con lo que en ese momento es más importante en tu vida.


Cuando “nos reunimos con nosotros mismos” para descubrir qué es lo más importante para nosotros, descubrimos que hay comportamientos y objetivos que antes valían y que ahora no valen. Si tenias como sentido de tu vida el de “tener una familia y ser coherente con lo que de ello espera la sociedad”, tiene sentido “aguantar”. Encontrarás energías y enfoques de la situación para sobrellevarla con resignación. Cuando llega el momento de la vida en que te das cuenta de que la felicidad es lo más importante para ti, entonces todo cambia. Las formas de pensar y actuar anteriores se vuelven incoherentes.


La Teoría del Desarrollo explica que:


– Hay diferentes motivaciones a lo largo de la vida, que conforman las “etapas socio-emocionales”. En cada una, la vida tiene un sentido diferente para el ser humano.

– Hay un primer momento en que el ser humano descubre la nueva motivación o sentido, pero necesita tiempo para que todo su sistema madure. Sus objetivos y hábitos de pensamiento, emoción y comportamiento deben alinearse poco a poco con esa nueva motivación.


El estudio de las etapas del desarrollo humano parte del estudio de Jean Piaget sobre las etapas que recorren los niños y los adolescentes hasta los 25 años que comenzó en 1925. Varios autores estudiaron después las etapas de desarrollo adulto, sobre las que se basa esta investigación. En particular, el primer autor destacado fue Lawrence Kohlberg con sus etapas de desarrollo moral (entre 1969 y 1984), seguido por las etapas de “desarrollo del ego” de Jane Loevinger.En 1982, Robert Kegan presenta su teoría de la evolución del individuo en “Evolvingself” (1982). Más tarde depuraría su teoría en “Desbordados” (In overtheirheads, 1994).


Otto Laske analiza por separado el desarrollo socio emocional y el desarrollo cognitivo en su Marco Constructivo Evolutivo (Measuring Hidden Dimensions I y II, 2006 y 2009 respectivamente). Laske analiza cómo la capacidad de pensar crece a lo largo de la vida del individuo de forma inseparable con el desarrollo socio emocional. Analizar ambos aspectos por separado resulta crucial para profundizar suficientemente en cada uno de ellos, y sobre todo para incorporar las teorías de pensamiento dialéctico de autores tan importantes como Platón, G.W. Friedrich Hegel, o, más recientemente, Theodor Adorno (y la escuela de Frankfurt), Roy Bhaskar o Michael Basseches.De esta forma, Laske analiza dos corrientes (socio emocional y cognitiva) hasta entonces separadas, para acabar creando una teoría que une a ambas líneas de desarrollo a un nivel superior, comprendiendo ambos cuerpos teóricos.


Ken Wilber incluye de forma destacada esta teoría del desarrollo en su teoría INTEGRAL sobre las teorías del desarrollo de las distintas culturas del mundo.

La Teoría del Desarrollo, además de sostener que la vida del ser humano consiste en una constante búsqueda de sentido, como expone Víktor Frankl, aporta la descripción de las etapas de que se compone dicha búsqueda.


Desde el punto de vista socio-emocional, las personas pueden llegar a recorrer 5 etapas. Cada etapa se corresponde con una forma de conseguir la plenitud, el dar sentido pleno a su existencia.

  1. Etapa infantil (no está tratada en la investigación sobre desarrollo adulto).

  2. Etapa individualista. El individuo está centrado en uno mismo, en busca de saciar las propias necesidades y deseos, por encima de la consideración de los demás y de cualquier circunstancia. Los demás se consideran desde un punto de vista instrumental, es decir, basado en la pregunta ¿para qué me sirve mi interacción con esta persona? El 10% de la población no supera esta etapa

  3. Etapa de pertenencia a la comunidad. La imagen que una persona tiene de sí misma depende de lo que cree que piensan los demás. Así, la persona crea “otros internalizados”: internaliza las figuras más destacadas de su entorno, incluyendo lo que la persona cree que cada una piensa. Esos personajes internos actúan como guías de sus decisiones y comportamientos, sin que la persona sea consciente de ello. Esta etapa es la más apropiada para la estabilidad de una sociedad tal como la entendemos, por lo que la sociedad tiende a llevar y mantener a la persona en esa etapa.

  4. Etapa de autoría de sí mismo, buscando la propia integridad para fluir desde ella. Esta integridad se basa en la estructura de valores construida por la propia persona para sustituir a los “otros internalizados” característicos de la etapa 3. Los valores que en la etapa 3 se encarnaban en los otros y en la sociedad o grupo dejan paso a una percepción o vivencia personal y profunda de los propios valores. Desde ese momento, la persona se ve impulsada a seguirlos, a vivirlos con intensidad. Los valores creados por sí misma se convertirán en su guía. Solo un 25% de las personas alcanzan esta etapa.

La sociedad no invita a superar la etapa 3, que es la más propicia para mantenerla en un statu quo plenamente coordinado y equilibrado, pero las personas en etapa 4 son fundamentales para el desarrollo de la sociedad o grupo al que pertenecen.

Estas personas crean nuevos desafíos para sí mismos y para los demás, crean desequilibrios que permiten la evolución en su entorno.


El motor de la persona en esta etapa es, por tanto, la necesidad de congruencia entre la realidad que vive con lo que piensa y siente . Sería algo muy similar a lo que en la psicología humanista se define como autorrealización, tal como la define Abraham Maslow (el Hombre Autorrealizado).

La clave en esta etapa es la capacidad de crear la propia visión de la realidad de la persona, la auto-creación, lo que implica un desarrollo mental respecto a la etapa 3.


5. Conectado con la humanidad. Esta última etapa supera la perspectiva individualista que se crea en la etapa de autoría de sí mismo. El individuo en etapa 4 está aislado en la “jaula de integridad” que supone su personal sistema de valores. Tener un sistema de valores propio presupone que es distinto del de los demás, lo cual fue fundamental para superar la “norma social” de la etapa 3, pero es precisamente esa diferencia entre “mis” valores y los de los demás lo que se debe superar para pasar a la etapa 5. En esa etapa se descubre que los valores esenciales son compartidos y que sólo la historia de cada uno genera que se manifiesten con diferencias accesorias.


La etapa 5 es la última etapa vital en esa continua alternancia entre poner el foco en el YO y en LOS DEMÁS. En la etapa 5, la persona ve a los demás como contribuyentes a la propia integridad y equilibrio. Las personas en esta etapa sienten todo lo que comparten los seres humanos, se ven inmersos en la unidad que forman, la Humanidad. En sus interacciones, reconocen lo que tienen en común con cualquier otra persona como ser humano, más allá de diferencias y de condicionamientos adquiridos. La persona reconoce ahora que su sistema de valores (que antes la diferenciaba y, por tanto, la separaba del resto) es algo universal. La persona ve los valores como aquello que es común y une a la especie humana.

Se estima que solo un 10% (o menos) de las personas alcanzan esta etapa.


En cada etapa que se supera, la persona hace que algo a lo que está socioemocionalmente sujeto se convierta en objeto, en algo observable para poder modificarse. Por ejemplo, al pasar a la etapa 4 podemos ser conscientes de los “otros internalizados” que influyen en nuestra conducta, mientras que cuando vivíamos en la etapa 3 nos influyen sin que nos diéramos cuenta.


Si tomamos perspectiva sobre esa realidad y podemos observar, tendremos posibilidad de que se transforme.

Cada etapa supone que la parte subjetiva de la persona (el sujeto) se va reduciendo, al tiempo que el objeto (el mundo observable) va tomando más protagonismo en nuestra visión de la realidad.


El camino socio-emocional

Las características definidas en cada etapa son las que prevalecen y estructuran la visión del mundo de cada individuo y son las que guían, por tanto, sus decisiones y comportamiento de forma global y más habitual.


Estas etapas tienen un orden determinado, un camino en el que no hay atajos. Una persona en la etapa 2 no saltará nunca directamente a la etapa 4, sino que será necesario que primero haya creado en su interior los otros internalizados de la etapa 3.


¿Y cuánto tiempo puede durar una etapa?

Como se puede ver por el número limitado de personas que alcanzan la etapa 4 y 5, hay etapas que no se superan en una vida. Per las investigaciones estiman 7 años como el período necesario para que se produzca la maduración completa de una a otra etapa.


Nuestro propósito es el de ayudar a las personas que desean conectar con su etapa de auto-creación para alinear en torno a ella todo su sistema de objetivos y hábitos. El resultado es la plenitud del ser humano, traducido en bienestar y rendimiento personal. Esta transición se realiza de forma mucho más ordenada y con menos sufrimiento utilizando un proceso de coaching o disciplinas similares. El Método de Yumanity está creado para las personas que están en la fase de transición hacia la etapa 4 .

Escribenos si necesitas apoyo. El mundo te necesita!

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